Kirchner en Avellaneda inauguró obras e hizo campaña en un barrio humilde

El candidato a primer diputado por el FJpV inauguró obras en Avellaneda que le sirven para promocionar al gobierno nacional y a su gestión. Luego, estuvo caminando junto a los vecinos de Villa Corina.

Por Luciana Díaz y Federico Muzzalupo

El ex presidente Néstor Kirchner estuvo el viernes 12 de junio en Avellaneda en la inauguración de una escuela para chicos con capacidades especiales y de una plaza que se encuentra en el frente de la misma. “Esta es la política, no la de la oposición”, dijo el primer candidato de la lista del Frente Justicialista para la Victoria con referencia a las obras que lleva a cabo el gobierno y aquellos que son parte del “proyecto nacional” como se definen quienes están del lado kirchnerista. En la visita estuvo junto al intendente local Baldomero “Cacho” Alvarez y el Ministro de Educación de la Nación, Mario Oporto.
Previo a su llegada a la institución educativa estuvo en la inauguración del Instituto Municipal Odontológico Infantil.
A las 14.30 llegó a la Avenida Belgrano al 1000. El lugar estaba lleno de mujeres con sus hijos, al frente había un escenario donde se ubicaron Kirchner, Oporto, el intendente local y demás autoridades educativas de Avellaneda. A la izquierda de ese lugar estaban parados más de dos decenas de chicos abanderados de diferentes instituciones, todos con guardapolvos blancos y las banderas celestes y blancas en alto. Allí inauguraron la escuela N°505 y la Plaza de la Integración Lolita Torres. El intendente enfatizó: “Fue gracias a la gestión del ex presidente que están obras pueden estar hoy concluidas”.
Al terminar el acto, entre muy tibios y poco frecuentes aplausos, Álvarez invito a todos los concurrentes a dirigirse hacía la calle Colón donde se inauguraría un paso a nivel. En el lugar se evidenciaba que las obras fueron hechas de apuro porque el material de los cordones de la vereda aún estaba húmedo ya que quedaban impresas las pisadas de los chicos que por allí caminaban.
Pasó un helicóptero, la calle se llenó de policías, llegó Kirchner y repartió besos y se sacó fotos con los chicos discapacitados. Cortó la cinta y así fue la inauguración del paso a nivel de la calle Colón. Todos estaban muy apurados ya que debían cumplir con la agenda del día, aún les quedaba el recorrido por Villa Corina.
En dicho barrio humilde, más precisamente en la intersección de las calles Suipacha y Los Pozos, los vecinos y militantes, que flameaban banderas de la juventud peronista, recibieron al ex Presidente de la Nación y al Intendente local.
A las 15.45 horas, ambos políticos arribaron al lugar, acto seguido, recorrieron las calles de Villa Corina, acompañados por bombos, pirotecnia y, personas que se sumaban a la peregrinación cuando ésta pasaba por la puerta de sus casas.
Fiel a su estilo, Néstor Kirchner, se mezcló entre la gente, repartió saludos, se sacó fotos y, entró a un bar, en donde el dueño le acercó un pingüino, de los que se usan para almacenar el vino en la mesa, el cual el candidato a diputado alzó con las dos manos.
Al pasar por la construcción de un plan federal de viviendas, ubicado sobre la calle Deheza, Kirchner aceptó la invitación de trabajadores que estaban arriba de un conteiner que sostenida bloques de cemento; mediante la ayuda de la custodia y de los mismos trabajadores, el ex mandatario se subió y arengó a los manifestantes que lo contemplaban desde la calle.
Desde un descampado, cuatro jóvenes que fumaban marihuana, observaban como el candidato oficialista ensuciaba sus zapatos con el polvo que emanaba la calle de tierra que pisaba.
Mientras que Kirchner y el Intendente de Avellaneda recibían el afecto de los vecinos, mujeres que caminaban sobre la vereda anotaban, en una carpeta, las respuestas de las vecinas ante la pregunta: “¿Que necesitas?”.
En ningún momento del trayecto cesó el sonido de los bombos, el viento de las banderas, los flashes de las cámaras fotográficas digitales, el ruido de los besos y la asistencia de vecinos a la puerta de sus casas.
A las 17.45 horas, Kirchner entró al polideportivo del barrio en donde el rugido de la hélice del helicóptero marcó el final del recorrido.